Algunas malas noticias esperan a quienes se irritan con el ruido de los drones eléctricos: no desaparecerán en poco tiempo. De hecho, todavía están configurados solo para ser ubicuos.
Si hay que creer en las estimaciones del consorcio europeo SESAR, que está trabajando para transformar la aviación europea y la gestión de la aviación, 7,5 millones de drones privados y comerciales podrían estar gitanos en los cielos europeos para 2050.
Para prepararse para esta nueva realidad, investigadores en España están probando un nuevo sistema que evitará que estos drones choquen entre sí.
El proyecto BUBBLE tiene como objetivo reunir a investigadores de la academia, la industria y empresas europeas para formar lo que se conoce como el Sistema de gestión de separación del sistema de vehículos aéreos no tripulados (UAS).
Israel Quintanilla, Catedrático de Ingeniería Aeroespacial de la Universidad Politécnica de Valencia y Responsable de Comunicación del Proyecto BUBBLE, explicó el programa a los periodistas.
“Lo que está haciendo Bubbles es crear burbujas de seguridad alrededor de cada dron, con base en algoritmos que calculan el riesgo de una colisión en tiempo real”, dijo.
“Si existe (tal riesgo), el sitio es capaz de proponer maniobras de escape a los pilotos teniendo en cuenta su posición”.
Para obtener más información sobre esta historia, vea el video en el reproductor multimedia de arriba.
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