La aerolínea irlandesa de bajo coste Ryanair abrió su primera base en La Palma en marzo y ofrece varios vuelos directos a la semana a tres ciudades españolas además de Milán.
El negocio también está en auge para las compañías turísticas que ofrecen viajes diarios en ferry desde Tenerife, la mayor y más visitada de las Islas Canarias.
Jesus Tours, con sede en Tenerife, realiza su recorrido de 11 horas de 135 € ($ 135) por La Palma tres días a la semana ahora, en comparación con solo uno antes de la erupción.
«La gente quiere acercarse lo más posible al lugar de la explosión», dijo a la AFP el fundador de la empresa, Jesús Molina.
Cenizas y ríos dispersos de lava se tragaron más de 1.000 viviendas, cortaron carreteras y asfixiaron plantaciones de banano verde.
En un día de semana reciente, a menudo se puede ver a pequeños grupos de turistas tomando fotos de excavadoras que extraen trozos gigantes de lava dura del centro de La Laguna, una ciudad donde la roca fundida se ha tragado una gasolinera y un supermercado.
Entre los que acuden a la isla se encuentran visitantes habituales, incluida Rita Lee, una mujer alemana jubilada que dijo que quería ver cómo se veía después de la erupción.
«Es horrible ver todo destruido, pero es interesante ver cómo vive la Tierra», dijo el hombre de 59 años.
– bonos de viaje –
El gobierno ahora ve al turismo como la clave para la recuperación económica de la isla.
Ha invertido grandes sumas en promocionar los viajes a La Palma y ha entregado 20.000 bonos de viaje por valor de 250 euros a residentes españoles que pueden ser utilizados en hoteles y restaurantes de la isla.
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