El presidente de Renfe, Isaías Tapuas, y la secretaria de Estado de Transportes, Isabel Pardo de Vera (expresidenta de ADIF, empresa propietaria de la red ferroviaria) dejaron ayer sus cargos, tras el gran escándalo que había sufrido Renfe, para cubrir el servicio de la costa norte española, encarga 31 trenes de dimensiones no aptas para túneles de carretera: https://bit.ly/3YSJvIj
Este hecho lo anunció la constructora que se adjudicó el contrato hace casi dos años, pero lo mantuvo en secreto hasta que se conoció la noticia, quien finalmente reclamó su despido en dos ocasiones el día en que la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, se reunió con el presidente socialista de Asturias, Barbón, y el presidente de Cantabria Revilla, que gobierna con el apoyo del PSOE.
Tras varias semanas de este asunto, que ha hecho perder votos al PS en ambos distritos, Moncloa ha llegado a la conclusión de que hay que actuar. El objetivo final era proteger al presidente asturiano, el socialista Adrien Barbón, y al cántabro Miguel Ángel Revilla, que les apoyaban en el gobierno. Todo porque el desgaste social tanto de los líderes regionales como del propio gobierno central es cada vez mayor.
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