Foto: La Prensa Canadiense
ARCHIVO – Turistas en la playa del Iberostar Selection Varadero en Varadero, Cuba, el 29 de septiembre de 2021. El gobierno de Biden anunció el lunes que ampliará sus viajes a Cuba y levantará las restricciones impuestas por Donald Trump sobre las remesas que pueden realizar los inmigrantes. Enviar a la gente de la isla. (Foto AP/ Ramón Espinosa, Archivo)
La administración Biden anunció el lunes que ampliará sus vuelos a Cuba, tomará medidas para aliviar las restricciones a los viajeros estadounidenses a la isla y levantará las restricciones de la era Trump sobre las remesas que los inmigrantes pueden enviar a las personas en la isla.
El Departamento de Estado dijo en un comunicado que eliminará el límite actual de $1,000 por trimestre para transferencias familiares y permitirá transferencias no familiares, lo que apoyará a los empresarios cubanos independientes. Estados Unidos también permitirá vuelos regulares y chárter a lugares fuera de La Habana, según el Departamento de Estado.
La administración dijo que también se movería para restablecer el programa de libertad condicional de reunificación familiar cubana, que tiene más de 20,000 solicitudes, y aumentaría los servicios consulares y el procesamiento de visas.
«Con estas acciones, nuestro objetivo es apoyar las aspiraciones de libertad y mayores oportunidades económicas de los cubanos para que puedan llevar una vida exitosa en casa», agregó el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price. «Seguimos pidiendo al gobierno cubano que libere de inmediato a los presos políticos, que respete las libertades fundamentales del pueblo cubano y que permita que el pueblo cubano determine su propio futuro».
Los cambios de política siguen a una revisión que comenzó poco después de una serie de protestas a gran escala en la isla en julio pasado.
El expresidente Donald Trump endureció las sanciones contra Cuba, incluida la revocación de los permisos para enviar remesas y la penalización de los petroleros con destino a la isla.
Estas medidas y la pandemia han contribuido a una crisis económica en Cuba, con desabastecimiento de productos básicos, apagones y racionamientos.
La situación económica llevó a miles de personas a las calles de Cuba el 11 de julio de 2021, las mayores protestas de este tipo en décadas en la isla. Mucha gente estaba frustrada con la escasez y los bajos salarios, así como con el gobierno socialista. Las ONG han informado de que más de 1.400 personas han sido detenidas y 500 personas han sido condenadas a hasta 20 años de prisión por subversión o sedición.
En las últimas semanas, tanto el gobierno de Estados Unidos como el de Cuba han iniciado algunas conversaciones, en medio de una ola de cubanos que intentan emigrar ilegalmente a Estados Unidos.
En la primera semana de abril, la Embajada de Estados Unidos en La Habana reanudó el procesamiento de visas para cubanos, aunque de manera limitada, más de cuatro años después de que se suspendieran los servicios consulares en la isla en medio de un repunte en las relaciones.
El senador Robert Menéndez, un demócrata de Nueva Jersey que preside el Comité de Relaciones Exteriores del Senado, dijo que estos pasos envían un «mensaje equivocado» al gobierno del presidente cubano Miguel Díaz-Canel. Menéndez fue particularmente crítico con la decisión de la administración de recuperar los viajes en grupo para el intercambio educativo y cultural, así como algunos viajes para reuniones profesionales e investigación profesional en la isla.
“Me horroriza saber que la administración Biden comenzará a permitir viajes masivos a Cuba a través de visitas similares al turismo”, dijo Menéndez. “Para ser claros, aquellos que todavía creen que el aumento de los viajes generará democracia en Cuba simplemente lo niegan”.
Los funcionarios de la Casa Blanca, que informaron a los periodistas bajo condición de anonimato, señalaron que el Departamento del Tesoro tiene la autoridad para revisar los grupos que regulan los viajes y se asegurará de que los viajes tengan un propósito y estén de acuerdo con la ley estadounidense.
Uno de los funcionarios que defendió la medida señaló que el presidente afirmó su creencia de que «los estadounidenses son los mejores embajadores de los valores democráticos».
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