Incluso antes de tener tecnología de punta a mano, nos aseguramos de mirar al cielo para revelar sus secretos. A medida que se desarrolló la tecnología, nos dimos cuenta de que lo que podíamos ver era solo una fracción de lo que había afuera. Sin embargo, seguimos mirando al vacío.
Una de las principales motivaciones para observar el cielo era encontrar exoplanetas, ¡algunos de los cuales podrían albergar vida! Pero no siempre todo sale según lo planeado y nuestras observaciones a veces son inexactas. Esta es la vida que suponemos.
Los astrónomos han «perdido» tres exoplanetas. Esto significa que estos tres objetos espaciales, anteriormente considerados exoplanetas, no son planetas en absoluto.
Los objetos Kepler-854b, Kepler-840b y Kepler-699b parecían demasiado grandes para ser exoplanetas. Entonces, ¿qué son?
¡Los científicos creen que son estrellas!
Otro objeto, Kepler-747b, se considera un estado límite para calificar como planeta.
¿Cómo se descubren los exoplanetas?
Los planetas pueden ser difíciles de detectar porque, a diferencia de las estrellas, no emiten su propia luz. ¿Cómo encontraron?
Podemos determinar la luz que proviene de una estrella. Cuando un planeta se interpone entre la estrella y nosotros, hay una ligera caída o ‘bajada’ en la luz capturada por nuestras sofisticadas lentes dirigidas hacia el cielo.
A medida que avanza la tecnología, utilizamos tecnologías más nuevas para encontrar exoplanetas con precisión.
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