Es el sueño de cualquiera que explora una casa antigua: encontrar billetes metidos en lugares ocultos. Eso es lo que le pasó a Dono Piñeiro cuando estaba renovando una propiedad que compró en su ciudad natal de Sober, en la provincia gallega de Lugo. Pero había un escozor en la cola: las medias pesetas que sacó de las botellas de Nesquik hoy no valían nada.
Piñeiro, que vive en Valencia y trabaja en la construcción, tiene unos nueve millones de pesetas en una casa que ha estado rehabilitando en los últimos años en la región del noroeste español. Los billetes se distribuyeron por la casa y se metieron en seis botellas diferentes. La antigua moneda española valdría hoy 54.000 €.
Los dos primeros descubrimientos, según el diario local El Progreso, son motivo de celebración para Piñero, momento en el que la moneda podrá convertirse a euros. Pero en julio de 2021 vence el plazo del Banco de España para entregar las pesetas que la gente sigue escamoteando. Piñeiro debería quedarse con el dinero como recuerdo.
Según Piñeiro, parte de los 24.000 euros de las pesetas no son canjeables, y si quiere ganar algo de dinero con su hallazgo, tiene que esperar que los coleccionistas estén dispuestos a comprar los billetes antiguos.
Las cifras del Banco de España estiman que los españoles no cambiaron 1.600 millones de euros en billetes y monedas de pesetas antes de la fecha límite el año pasado. La moneda se eliminó gradualmente después de la introducción de los billetes y monedas en euros el 1 de enero de 2002. El período de doble ciclo en el que ambos podían ser utilizados en la economía del país finalizó el 28 de febrero del mismo año, es decir. Período de 20 años para cobrar en moneda.
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