El 24 de abril, España se sumió en otra crisis política. El país del sur de Europa, que ha estado luchando contra la inestabilidad política durante casi una década, ha vuelto a ver problemas en su horizonte político.
El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, escribió el 24 de abril una carta a los ciudadanos de España que fue publicada en X (antiguo Twitter). En la carta, Sánchez informaba a los ciudadanos que suspendería sus funciones públicas durante cinco días y aprovecharía este tiempo para reflexionar sobre su futuro, indicando si continuaría o no como jefe de Gobierno.
La repentina medida de Sánchez se produce después de que un tribunal de Madrid abriera una investigación sobre tráfico de influencias por parte de su esposa, Becona Gómez. La causa contra él fue presentada por Manos Limbias (Manos Limpias), un grupo vinculado a grupos de extrema derecha en España. La investigación preliminar se centra en si la Sra. Gómez tuvo un papel en canalizar dinero del gobierno a empresas privadas.
Después de mantener al país en vilo durante cinco días, Sánchez compareció ante la prensa desde su oficina en La Monclova el 29 de abril. Ha anunciado que seguirá como presidente. Sin responder preguntas, Sánchez describió que continuaría trabajando duro para el pueblo de España y para reconstruir la democracia en el país. También acusó a los grupos de derecha de cruzar la línea al llevar la batalla política a la vida personal del presidente.
Aunque la crisis se ha caracterizado como una confusión entre partidos políticos opuestos, la situación tiene aspectos relacionados con la política interna de España y el clima político emergente en Europa.
A través de esta crisis, en gran parte autoinfligida, Sánchez buscó presentarse a sí mismo y a su esposa como víctimas de una agenda de derecha. Esta reacción instintiva a un proceso judicial es un intento de revivir sus perspectivas políticas y las de su partido, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE).
En cuanto al ángulo político, Sánchez intentará utilizar su proyectada condición de víctima para consolidar las posibilidades del Partido Socialista en las próximas elecciones catalanas del 12 de mayo. La llegada del PSOE es un acontecimiento bienvenido, tras un desempeño electoral igualmente satisfactorio en las elecciones regionales celebradas en el País Vasco el 21 de abril. Estos son raros puntos positivos para el partido gobernante de España, que es débil a nivel regional y nacional. posiciones. Sánchez, aunque jefe de gobierno, dirige un gobierno minoritario respaldado por los partidos separatistas catalán y vasco.
Al anunciar su decisión de quedarse, Sánchez también habló de lanzar reformas judiciales. El gobierno español y el poder judicial han estado enfrentados en los últimos años. El Consejo General del Poder Judicial ha contradicho muchas de las acciones del gobierno, como la segunda designación del actual Fiscal General Álvaro García Ortiz por considerarla improcedente o inconstitucional de la ley de amnistía. Representantes del Congreso, la cámara baja del parlamento español, aprobaron una ley de amnistía en marzo de este año para indultar a cientos de líderes catalanes que estuvieron directa o indirectamente involucrados en actividades separatistas, incluido el fallido referéndum de independencia de Cataluña en 2017. Un proyecto de ley aprobado en la cámara baja también debe ser aprobado en la cámara alta, el Senado. Actualmente los conservadores, opositores al PSOE, controlan la mayoría en el Senado. Si el proyecto de ley es rechazado en el Senado, volverá a la Cámara de Representantes.
La aprobación de la ley de amnistía es crucial para el PSOE ya que su gobierno depende del apoyo de los partidos separatistas catalanes Junts per Catalunya y Esquerra Republicana de Catalunya. Y Sánchez intenta presentar la influencia de la ideología conservadora en el mecanismo institucional que incluye al poder judicial en España. Permanecer en el poder podría darle a Sánchez la oportunidad de reformar el poder judicial que inició la investigación contra su esposa y permitirle dirigir las reformas hacia la adaptación de la ley de amnistía con la que su gobierno cuenta para su supervivencia política.
En cuanto a la perspectiva europea de esta crisis, durante los cinco días que Sánchez está fuera de la vista pública, ha habido predicciones en los medios de que dimitirá como presidente y participará en el Parlamento Europeo presentándose como candidato al próximo Parlamento Europeo. Elecciones parlamentarias del 6 al 9 de junio. Aunque esa opción ahora está fuera de discusión, los socialistas podrían aprovechar la oportunidad para presentarse como una fuerza de combate contra los partidos conservadores de derecha que están en el poder en muchos países europeos. Una mayoría también en el Parlamento Europeo. Encuestas recientes indican que los partidos conservadores de derecha pueden tener cierta ventaja sobre los socialistas y otros grupos políticos de izquierda en el Parlamento Europeo después de las elecciones de junio. Queda por ver si el truco y el mensaje emocional de Sánchez mejorarán las posibilidades de los socialistas.
La supervivencia y el resurgimiento han caracterizado la carrera política de Pedro Sánchez durante la última década. Sin embargo, la supervivencia aparentemente autoorganizada de Sánchez subraya un fenómeno recurrente en la política española desde 2018, cuando Sánchez asumió la presidencia del gobierno por primera vez. Continuidad no significa necesariamente coherencia. Y la supervivencia de Sánchez no garantiza mejores perspectivas para el PSOE en la política española y para los socialistas en las elecciones al Parlamento Europeo de junio.
Rechazo
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Conclusión del artículo.
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