Las antiguas tablillas de piedra italianas pueden contener el mapa más antiguo del cielo
En un fascinante descubrimiento del mundo antiguo, dos discos de piedra desenterrados en un castro prehistórico en Rubinbeccolo, al noreste de Italia, pueden contener la clave de uno de los mapas del cielo más antiguos de la historia de la humanidad. Estos discos, que datan de entre 1800 y 400 a. C., llevan marcas talladas que los investigadores Paolo Molaro y Federico Bernardini sugieren que corresponden a las posiciones de las estrellas brillantes en la estructura celeste.
Una huella estelar de nuestros antepasados
El minucioso análisis estadístico de los investigadores relacionó 28 del total de 29 signos de la piedra con diferentes constelaciones planetarias, incluidas las de la talla de Escorpio, Orión, grupo de las Pléyades.probablemente lo hará, Casiopea. Este descubrimiento sugiere que nuestros antepasados tenían una profunda comprensión y apreciación del cielo nocturno, con estrellas prominentes de estas constelaciones dejando su marca permanente en la piedra, con la excepción de algunas como Bellatrix y Sif que pueden haberse desvanecido en la oscuridad debido a erosión. tiempo.
El secreto de la marca inexplicable.
Sin embargo, el antiguo mapa celeste presenta un misterio en forma de un signo inexplicable que no corresponde a ninguna estrella conocida. Se encontró cerca de Mu Orionis y Epsilon Sagittarii, lo que llevó a los investigadores a plantear la hipótesis de que podría representar una nova o supernova histórica. Esta teoría, si se confirma, podría proporcionar una instantánea de un evento celestial presenciado por nuestros antepasados, ofreciendo así una visión única de sus observaciones y comprensión astronómica.
Descubre los secretos del pasado.
El descubrimiento de estos discos de piedra podría abrir nuevos horizontes en nuestra comprensión de los conocimientos y prácticas astronómicos tempranos. Sin embargo, se necesita más investigación para confirmar si las piedras representan con precisión el cielo nocturno tal como lo conocemos. Si se verifican, estos discos de piedra podrían servir como un conducto entre lo antiguo y lo contemporáneo, proporcionando información importante sobre la evolución de la astronomía y nuestra búsqueda continua por comprender el universo.
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