MADRID, 24 abr (Reuters) – España exhumó el lunes el cuerpo de José Antonio Primo de Rivera, fundador del movimiento fascista Falange que apoyó al régimen franquista, y lo retiró de una tumba en una colina cerca de Madrid que los partidarios entregaron a los fascistas. Saludos.
Un puñado de simpatizantes se reunió frente a las puertas del complejo, anteriormente conocido como el Valle de los Caídos, agitaron y levantaron pancartas que decían «José Antonio vive» o corearon «Viva España» al pasar junto a su cadáver.
La policía luchó por contener a una gran multitud de alrededor de 150 simpatizantes de la Falange que se habían reunido frente al cementerio de San Ysidro en el sur de Madrid, donde estaba previsto que lo enterraran de nuevo. Hicieron el saludo fascista y cantaron la canción falangista «De cara al sol».
Tras la remoción de los restos del dictador Francisco Franco en 2019, su exhumación es parte de un plan para reemplazar el complejo construido por Franco, rebautizado como Valle de Culcamuros el año pasado, en memoria de las 500.000 personas asesinadas durante la ocupación española de 1936. -39 Guerra Civil.
El ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, elogió la excavación el viernes como otro paso para darle al valle una nueva identidad.
“Cualquier persona o ideología que invoque la dictadura no debe ser respetada ni admirada allí”, dijo en ese momento.
José Antonio, hijo de Miguel Primo de Rivera, el dictador que gobernó España entre 1923 y 1930, fue fusilado por republicanos de izquierda en Alicante en noviembre de 1936.
Esta es la quinta vez que su cuerpo es enterrado y la cuarta exhumada.
En 1939, después de ser colocado en dos fosas comunes diferentes en Alicante, su ataúd fue llevado 500 km (300 millas) desde la ciudad de la costa este hasta San Lorenzo de l’Escorial, cerca de Madrid, donde están enterrados los miembros de la familia real española.
Sus restos fueron trasladados 20 años después de la finalización del Monumento al Valle de los Caídos y enterrados bajo el altar de la basílica, donde Franco se uniría a él cuando muriera en 1975.
Según el biógrafo de Franco, Paul Preston, Franco, un general conservador, y Primo de Rivera, un extravagante playboy, tenían poca simpatía el uno por el otro.
Franco saboteó varios intentos de rescatar la vida de Primo de Rivera o intercambiar prisioneros, escribió Preston en su biografía.
Su muerte permitió a Franco eliminar a un rival y tomar el control de los falangistas, subordinándolos a un movimiento más amplio de extrema derecha que apoyó su dictadura.
Mientras los restos de 34.000 personas, muchas víctimas del franquismo, están enterrados de forma anónima, el Gobierno realiza trabajos en el cementerio para que las familias puedan identificar a sus familiares.
Información de Charlie Devereux y Emma Pinedo; Editado por David LaDonna
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