Un pequeño pueblo de Cataluña ha declarado la «liberación» del control español, y los activistas afirman estar lanzando una nueva estrategia para enfrentarse al estado y lograr la independencia de su región.
El sábado en Baskara, en la región nororiental, los activistas instalaron puestos de control informales en las puertas de la ciudad, marcando su frontera con España. En los puntos de control, los vecinos ondeaban la bandera separatista de Estolada y repartían pasaportes catalanes de fabricación casera a quienes entraban en la ciudad. Le dieron a los lugareños una nueva moneda llamada «gato». Un lema pintado en una pared a la entrada de la ciudad dice: «Estás entrando en territorio liberado».
Un grupo llamado Desobediencia Civil Cataluña dijo en un comunicado que Bàscara ahora estaba «automáticamente bajo el control de la República de Cataluña» y «ya no estaba sujeto a la ley española».
También dijo que las «fuerzas de ocupación» serían desalojadas de la ciudad y se les prohibiría la entrada, según un comunicado de la policía.
El informe reiteró el intento catalán fallido en 2017, con el objetivo de «controlar efectivamente el territorio a través de la desobediencia del estado y usar una nueva estrategia contra los invasores que conduciría a un ataque final al estado».
El lunes, el alcalde de Narcissus Sourina dijo que la ciudad había vuelto a la normalidad.
«Es un acto simbólico», dijo al Irish Times por teléfono. “Tengo entendido que este es el primero de muchos actos de este tipo que se realizan en diferentes localidades”.
Dijo que era un «intento de reiniciar» el movimiento independentista.
‘Última parodia’
Activistas contra la independencia retiraron los puestos de control y desmantelaron algunos lemas separatistas pintados en las paredes pocas horas después del anuncio del sábado, lo que subraya cuán divisivo es el tema de la soberanía catalana.
Un sitio de noticias sindicales, llamado El Catalan, describió el fin de semana como la «última parodia» de un movimiento independentista.
Sourina es miembro del Partido Republicano Catalán (ERC), el principal partido en el gobierno de coalición de la región, y aboga por un enfoque gradual hacia la independencia comprometiéndose con Madrid en lugar de continuar con el enfoque unilateral que existía hace cinco años.
En las últimas semanas, sin embargo, las relaciones entre el gobierno socialista español de Pedro Sánchez y la administración catalana se han deteriorado por las denuncias de que más de 60 personas independentistas han pirateado sus teléfonos. El presidente catalán, Pere Aragonese, ha exigido una investigación en profundidad y la dimisión de los responsables.
La semana pasada, el jefe de inteligencia del CNI, Boss Estepan, dijo a un comité parlamentario que su agencia había espiado a 18 personas asociadas con el movimiento independentista catalán.
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