Oriol Asbachs (Investigación del Banco Kaisha) | Todo indica que el ritmo de crecimiento de la economía española se mantiene fuerte, como hemos indicado en las páginas del informe mensual de investigación de CaixaBank de los últimos meses. La creación de empleo no muestra signos de desaceleración y, de hecho, se aceleró en el primer trimestre del año. Los indicadores de actividad comercial aumentaron, tanto en el sector servicios como en la industria. La producción industrial también se recuperó y el consumo de los hogares se mantuvo estable. Sin embargo, las cifras del PIB publicadas por el Instituto Nacional de Estadística superaron las expectativas más optimistas. En el primer trimestre de 2024, la tasa de crecimiento trimestral de la economía española alcanzó el 0,7%.
La figura muestra una economía dinámica, especialmente considerando el contexto en el que se produce. Con la incertidumbre causada por las tensiones geopolíticas, el ciclo inflacionario desacelerándose pero aún no terminado, y las tasas de interés en sus niveles más altos en más de 10 años. Las grandes economías europeas, aunque aceleraron en el primer trimestre, mantuvieron un ritmo de crecimiento mucho más lento que el de la economía española, lo que lo hace aún más evidente.
Cuando analizamos con más detalle los pilares del crecimiento, emergen matices importantes. Esto se apoya en gran medida en el sector exterior y, más concretamente, en la fuerte atracción de las exportaciones de servicios, que crecieron un 11,1% y ya son un 37,0% superiores a los niveles prepandemia. Dado que el crecimiento de las importaciones fue más débil, la contribución del sector externo al crecimiento económico ascendió a 0,5 puntos porcentuales.
La demanda interna también jugó un papel importante. Cabe destacar que el primer trimestre de 2024 marcó un paso adelante en la inversión, tanto en construcción como en bienes de equipo, con crecimientos del 3,0% y 3,7%, respectivamente. Aunque en ambos casos todavía está lejos de los niveles previos a la pandemia y mantuvo un panorama muy débil el año pasado, el reciente cambio es digno de mención. El consumo de los hogares no sorprendió y mantuvo un modesto ritmo de crecimiento del 0,3%, en línea con lo que esperaba el monitor de consumo en tiempo real de CaixaBank Research. En cualquier caso, dada la situación financiera de las familias, que disfrutan de una tasa de ahorro superior a la habitual, hay amplio margen para que el consumo incremente su ritmo de crecimiento en los próximos trimestres. Esto puede suceder cuando el Banco Central Europeo reduzca las tasas de interés y los hogares se den cuenta de que el ciclo inflacionario ya ha llegado a su fin.
El desarrollo de los diferentes sectores económicos ha sido bastante diferente en los últimos años. La pandemia les afectó primero, y luego las crisis energética y de inflación, de forma completamente distinta. Los últimos datos disponibles indican que los sectores que han logrado el mejor desempeño en los últimos años siguen creciendo dinámicamente. Por ejemplo, la industria manufacturera avanzó un 3,3% interanual y ya está un 7,0% por encima de los niveles prepandemia. Pero sobre todo destaca el dinamismo de los servicios, especialmente de las actividades de información y comunicación, profesionales, científicas y técnicas, que crecieron un 5,3% y un 2,3% respectivamente, y son ya un 19,6% y un 10,1% superiores a los niveles prepandemia.
El dinamismo de estos tres sectores es particularmente importante, porque son los que suelen mostrar el mayor crecimiento de la productividad. Así, mientras que el crecimiento medio del PIB por hora trabajada en la economía española desde 2014 ha estado en torno al 0,5%, estos sectores han mostrado una tasa de crecimiento de la productividad superior al 1% durante este periodo.
La mejor evolución de la economía a principios de año, unida a los distintos factores que la impulsan, obligarán a mejorar el escenario de previsiones de CaixaBank Research en el futuro próximo. Actualmente espera un crecimiento del 1,9%. Pero tras la publicación de estas cifras, y si no se producen nuevas idas y vueltas en el escenario internacional, el crecimiento económico español puede acercarse este año al 2,5% y mantener así un ritmo de crecimiento muy similar al del año pasado.
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