Según la profesora Barbara Cavalazzi de la Universidad de Bolonia y sus colegas de Sudáfrica, estos filamentos colonizaron las paredes de los canales producidos por un fluido hidrotermal a baja temperatura.
Teniendo en cuenta sus características morfológicas y químicas, se pueden considerar (hifas) los microorganismos más antiguos que reciclan el metano, muy probablemente los metanógenos.
El investigador lo explica en un comunicado de prensa publicado por la universidad.
Este descubrimiento se expande, dice ella, Los límites del hábitat que habrían albergado las primeras formas de vida en nuestro planeta, y esto también puede ser útil en la búsqueda de rastros de vida en otros planetas, comenzando por Marte.
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Se suponía que estos microfósiles colonizarían un sistema hidrotermal ubicado a varios metros por debajo del nivel del mar y alimentado por chorros de agua caliente.
Las muestras analizadas fueron tomadas entre dos capas delgadas de roca del cinturón de Barberton-Greenstone, un área en el este de Sudáfrica, cerca de la frontera con Mozambique, donde aparecen algunas rocas sedimentarias.
Algunos de los primeros ecosistemas de nuestro planeta pueden haber nacido en entornos subterráneos alimentados por la actividad volcánica. Lo que encontramos es la evidencia más antigua de este tipo de entorno.
Según este experto en ciencias biológicas y geológicas, La interacción entre el agua de mar fría y los flujos geotérmicos más calientes ya puede haber dado forma a un entorno rico en compuestos químicos, que pueden nutrir muchos microhábitats capaces de sustentar formas de vida.
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Los microfósiles descubiertos consisten en un núcleo externo rico en carbono y un núcleo interno que es química y estructuralmente distinto. Una composición que recuerda la división típica de las células, entre la membrana celular y el material intracelular.
El mundo continúa.
Estructuras en forma de filamentos: los filamentos individuales (de dimensiones submicrométricas) se distribuyen en el fondo de la cavidad submarina, mientras que los grupos de filamentos ocupan pequeños anillos huecos en la parte superior.
Los análisis químicos realizados en estructuras fósiles confirmaron la presencia de la mayoría de los elementos necesarios para el surgimiento de la vida. En particular, se encontraron similitudes (por ejemplo, la presencia de concentraciones de níquel) con microorganismos unicelulares procarióticos, es decir, organismos unicelulares que no tienen núcleo ni núcleo. .
Estos organismos viven en ausencia de oxígeno y utilizan metano en su metabolismo.
Sabíamos que las arqueas podrían conservarse en forma fósil, pero hasta el día de hoy hemos tenido muy pocos ejemplos: este descubrimiento puede ser la primera evidencia de fósiles antiguos que se remontan al período en que apareció la vida por primera vez. en nuestro planeta
Agrega el profesor.
Los detalles de este trabajo se publican en la revista. progreso de la ciencia (Una nueva ventana) (En Inglés).
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