Deborah Drole acababa de realizar la oración de la tarde cuando sintió que el techo de su apartamento en Deir al-Balah, en el centro de Gaza, se desplomaba sobre ella.
La profesora palestino-estadounidense de 75 años se encontró aplastada bajo los escombros del edificio de cuatro pisos, que fue alcanzado por un ataque aéreo israelí el 13 de marzo.
Horas más tarde, otros civiles la rescataron.
«Esta no es mi primera guerra. Es mi segunda, tercera, cuarta o quinta. He perdido la cuenta… pero esta es la peor guerra de la historia», dijo a CNN mientras recibía tratamiento en el Hospital local de los Mártires de Al-Aqsa. El miércoles.
Sufrió numerosas heridas, entre ellas 60 puntos y una costilla rota.
«Puedo regresar a Estados Unidos, pero creo que no es correcto hacerlo. Debo apoyarlos (a los palestinos en Gaza)».
Drol, que vive en el enclave desde hace 35 años, pidió al presidente estadounidense Joe Biden que:
«Por favor, haz que esto se detenga.»
«No estoy lanzando bombas. No estoy disparando a nadie. ¿Por qué vinieron y me atacaron?… Joe Biden. Necesito una respuesta. ¿Por qué les permiten atacar a los estadounidenses en Gaza?» ella añadió.
«El mundo está sentado en silencio, cerrando los ojos. «Alguien tiene que ponerse de pie», reflexionó Drole.
“Cada calle sufre bombardeos de casas, niños muriendo en las calles… Si me van a matar, me matarán aquí en Gaza”.
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