Un youtuber español demanda a Google España, filial de Alphabet Inc GOOGL-Q, por despido improcedente en un caso que podría sentar un precedente para los derechos laborales de los creadores de contenidos, informó el jueves el sindicato español UGT.
La demanda busca demostrar el empleo entre Zota, el creador de contenido satírico político anónimo, y YouTube de Alphabet.
Google España bloqueó el canal de YouTube de Jota “Último Bastión” para que no recibiera ingresos publicitarios en agosto. Dice que la compañía ya le reembolsó el dinero en su cuenta de YouTube Payments.
«Consideramos esto una ruptura de la relación laboral», dijo a Reuters su abogado, Bernardo García. Dijo que han pedido a los tribunales que califiquen a Jota y YouTube como teniendo una relación laboral y que su despido efectivo fue «incorrecto».
Los vídeos de sátira política de izquierda en el canal de Jota suelen utilizar transmisiones de canales oficiales como el parlamento y los ayuntamientos. Agrega subtítulos y efectos especiales para respaldar sus ideas.
García y el sindicato no quisieron comentar sobre los motivos de la reducción de los ingresos publicitarios de su canal.
Google dice que los creadores de contenido no son empleados y que el canal de Jota en este caso particular no cumple con las políticas de monetización de YouTube.
«Estamos profundamente comprometidos con el éxito de los creadores, por eso compartimos la mayor parte de los ingresos con ellos. Recopilamos muchos comentarios cuando nos reunimos con cientos de creadores cada año. Sin embargo, contrariamente a lo que se afirma, no son empleados. de YouTube por la naturaleza de la relación», dijo Google España en un comunicado enviado por correo electrónico.
El juicio está previsto para el 26 de junio del próximo año en un juzgado de Madrid.
España se ha convertido en pionera en Europa en materia de derechos de los trabajadores de la economía colaborativa, ya que contratará empresas de reparto de comida como empleados para 2021.
La UGT ha dicho que está comprometida a luchar contra el falso autoempleo y las condiciones laborales peligrosas, que, según afirma, los gigantes tecnológicos están tratando de imponer.
El portavoz de UGT, Eduardo Magaldi, dice que la economía colaborativa puede ser nueva, pero las ideas detrás de ella son las mismas.
“Algunos controlan el sitio o los equipos de producción, otros aportan su mano de obra de alguna manera, ya sea desde el lugar de trabajo o desde sus hogares. Publicando algo (en Internet) o haciéndolo a mano”, dijo.
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