Aditya L1, la primera misión científica de la India dedicada a estudiar el Sol, junto con Chandrayaan-2, que continúa orbitando la Luna, proporcionaron un punto de vista único para observar y analizar este poderoso evento geomagnético.
La tormenta solar, clasificada como un evento de nivel G5 en la escala geomagnética, fue la más intensa desde 2003, interrumpiendo las comunicaciones y los sistemas GPS en todo el mundo. «Esta es la tormenta geomagnética más grande desde 2003 en términos de fuerza, siendo el área de erupción en el Sol tan grande como el evento históricamente importante de Carrington que ocurrió en 1859», afirmó ISRO.
ISRO ha compartido las firmas de tormentas solares capturadas por Aditya L-1. Fuente: ISRO/X
El impacto de la tormenta solar fue especialmente notable en el hemisferio norte, donde provocó la aparición de auroras vibrantes, que se extendieron más lejos de los polos de lo habitual. Estas exhibiciones de color en el cielo nocturno son causadas por la interacción de partículas cargadas del Sol con el campo magnético y la atmósfera de la Tierra. Por muy hermosas que sean estas tormentas geomagnéticas, pueden tener graves impactos en las operaciones de los satélites, las redes eléctricas y las redes de comunicaciones.
La misión Aditya L1 de ISRO, equipada con instrumentos de última generación como el espectrógrafo de iones de viento solar (SWIS) y el espectrómetro de partículas de energía supratérmica (STEPS), registró partículas alfa mejoradas y flujo de protones, que son firmas de estos eventos solares. . Los datos recopilados son invaluables para comprender el comportamiento del Sol y prepararse para la futura actividad solar.
Desde su órbita lunar, Chandrayaan-2 capturó las huellas de la tormenta solar. La pantalla de rayos X del orbitador identificó de forma independiente grandes erupciones solares, proporcionando información sobre el entorno local de partículas de alta energía. Esta información es esencial para comprender las interacciones entre la radiación solar y la superficie lunar, lo que tiene implicaciones para futuras exploraciones lunares.
ISRO también señaló que no hubo satélites indios que se hayan visto significativamente afectados y dijo: “El sector indio se ve menos afectado ya que el evento principal de la tormenta ocurrió en la madrugada del 11 de mayo, cuando la ionosfera aún no se había desarrollado completamente. Debido a su ubicación en latitudes bajas, no se informaron cortes generalizados en la India y la ionosfera fue muy turbulenta en los sectores del Pacífico y Estados Unidos.
Estas observaciones son importantes para avanzar en nuestro conocimiento del clima espacial y mejorar nuestra capacidad para predecir tales eventos, que pueden tener profundas implicaciones para la tecnología y la infraestructura en la Tierra y en el espacio. Los datos recopilados por las misiones ISRO durante esta tormenta solar ayudarán a mejorar los modelos que predicen el clima espacial, mejorando la seguridad de los astronautas y la tecnología en el espacio.
La captura de esta tormenta solar por Aditya L1 y Chandrayan-2 demuestra la naturaleza evolutiva de nuestro Sol y la importancia de una vigilancia e investigación continuas para comprender y mitigar los impactos de la actividad solar en nuestro mundo cada vez más dependiente de la tecnología. Los esfuerzos realizados por ISRO en este campo no sólo son loables sino también esenciales para el avance de la ciencia y la tecnología espaciales.
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