España, Francia y Portugal acordaron el viernes construir un importante gasoducto submarino para 2030 para transportar hidrógeno desde la Península Ibérica a Francia y, finalmente, al resto de Europa.
El oleoducto tiene como objetivo hacer que el suministro de energía de la UE sea más independiente, un objetivo acelerado por la invasión rusa de Ucrania en febrero pasado que desencadenó una crisis energética.
El primer ministro español, Pedro Sánchez, dijo que el gasoducto, denominado H2Med, podría transportar alrededor de 2 millones de toneladas métricas de hidrógeno a Francia anualmente, el 10% de las necesidades estimadas de hidrógeno de la UE. Se espera que el proyecto cueste 2.500 millones de euros (2.600 millones de dólares).
El anuncio se produjo después de una reunión entre Sánchez, sus homólogos francés y portugués, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en la ciudad de Alicante, en el este de España.
“Hoy, la Península Ibérica se ha convertido en una importante puerta de entrada energética europea al mundo”, dijo von der Leyen en una conferencia de prensa conjunta.
El presidente francés, Emmanuel Macron, dijo que H2Med, que reemplaza una propuesta anterior para transportar gas a través de los Pirineos, «tomará una nueva ruta a través del Mediterráneo y se basará en la tecnología del futuro, que es el hidrógeno».
Y agregó: «También es posible que permita más adelante el establecimiento de otros vínculos europeos con algunos otros países que querrán obtener este hidrógeno».
Portugal, España y Francia alcanzaron un amplio acuerdo sobre el plan en octubre. Esperan presentarlo a la Comisión Europea antes del 15 de diciembre para ser elegible para la financiación de la UE, que podría representar hasta el 50% del costo.
El proyecto conectará inicialmente dos terminales en el norte de Portugal y el norte de España y luego incluirá un oleoducto bajo el mar Mediterráneo desde el puerto español de Barcelona en el noreste de España hasta la francesa Marsella.
Sánchez dijo, refiriéndose a Rusia y la crisis del gas que ha surgido desde la guerra en Ucrania.
Con el proyecto, ha dicho, “aspiran a ser un referente no solo en Europa, sino en todo el mundo, en el campo del hidrógeno”.
España y Portugal inicialmente querían transportar el gas por tierra a Francia, pero París rechazó esta propuesta.
“El hidrógeno es un cambio de juego para Europa”, dijo von der Leyen.
Dijo que la UE planeaba producir 10 millones de toneladas métricas de hidrógeno renovable para 2030 e importar otros 10 millones de toneladas.
Raquel Redondo en Madrid, Sylvie Courbet en París y Lorne Cook en Bruselas contribuyeron a este despacho.
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