CÓRDOBA, España, 25 sep (Reuters) – Las jugadoras españolas quieren «pegarse al fútbol» después de que la selección española pusiera fin a un boicot después de que el expresidente español Luis Rubiales besara a Jenny Hermoso en los labios. «Ganar el Mundial», afirmó la centrocampista Aidana Bonmati.
Bonmati, Jugadora del Año de la UEFA y MVP de la Copa del Mundo, admitió que se sentía aliviada de poder centrarse ahora en sus compañeros de equipo después de un «tedioso» choque de un mes de duración que terminó el pasado miércoles después de que la RFEF aceptara «inmediatamente». y cambios profundos” en su estructura.
Sólo tuvieron tiempo para una sesión de entrenamiento más antes de viajar a Gotemburgo, donde consiguieron una victoria por 3-2 sobre Suecia, primera clasificada, en el choque del Grupo A de la Liga de Naciones del viernes.
«Somos un ejemplo a nivel deportivo y social de que hombres y mujeres deben ser tratados por igual», dijo Bonmati en rueda de prensa previa al partido contra Suiza del lunes en Córdoba.
«Los primeros días fueron difíciles, estresantes, nerviosos, pero las cosas cambiaron con el paso de los días. Ahora pudimos centrarnos en el fútbol, que es lo que queremos.
«Hay muchas cosas que mejorar, se han discutido y queremos volver a la normalidad sabiendo que hay compromisos de todas partes para que esto salga bien y crear un buen legado y buenas condiciones para todas las generaciones».
Las acciones de Rubiales no sólo eclipsaron el éxito del equipo en la Copa Mundial, sino que también generaron el momento «yo también», una década en la que los jugadores han estado tratando de luchar contra el sexismo y lograr la igualdad con sus homólogos masculinos.
Eso incluyó dos revueltas en el vestuario que acabaron con las carreras internacionales de varios jugadores antes de que se realizara una transferencia gracias al reciente boicot.
«(La igualdad de género) es una lucha global y todos los actores la sentimos un poco como propia», dijo Bonmati.
«Estamos aquí para jugar al fútbol, pero tenemos la responsabilidad de dejar el altavoz, el fútbol y las mujeres en un lugar mejor que el que encontramos».
Se pedirá a entre seis y nueve altos funcionarios de la RFEF que dejen sus puestos de trabajo o serán despedidos como parte de un acuerdo para poner fin al boicot, dijo a Reuters una fuente de la federación.
La RFEF anunció el fin de semana que el secretario general, Andrew Camps, y el director de Integridad, Miguel García Gaba, fueron los primeros en ser destituidos de sus cargos.
Informe de Fernando Gallas; Edición de Pritha Sarkar
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