La Comisión Europea pide oficialmente que la suspensión de las reglas fiscales se mantenga en 2023. No obstante, advierte de que España está retirando graves «debilidades» de «importancia transfronteriza» y teme que la deuda pública sea mayor en 2026 que en 2021 .
Ayer, cuando hizo público su paquete de primavera de recomendaciones para España, la Comisión Europea advirtió que «está experimentando desequilibrios». Advirtió que «sus debilidades se relacionan con el alto endeudamiento externo, tanto público como privado, en el contexto de altas tasas de desempleo, y tiene trascendencia transfronteriza». Bruselas teme, de hecho, que a pesar de la consolidación gradual del déficit y la deuda durante el último año, la ausencia de medidas acabe empujando el endeudamiento del Gobierno por encima de los niveles de 2021 para 2026. Aunque ayer la Comisión propuso formalmente mantener las reglas fiscales. Pendiente de otro año, instó al Estado a la moderación del gasto y la prudencia fiscal en el corto plazo, para allanar el camino a los ajustes presupuestarios que deberá realizar una vez que se afiance la recuperación económica.
El gasto público en España para hacer frente a la pandemia, junto con la mayor contracción económica desde la guerra civil y el impacto en los ingresos públicos, impulsaron el déficit público del país del 3% al 10,3% en 2020, cuando la deuda saltó del 95,5% al 120%. Desde entonces, una factura sanitaria más baja y un repunte del PIB han ayudado a reducir el déficit al 6,9 % en 2021 y la deuda al 118,4 %. La comisión es consciente de esta mejora e incluso considera «realista» el programa de estabilización previsto por el Gobierno. Allí se compromete a reducir el desequilibrio presupuestario a menos del 3% para 2025, cuando la deuda se reducirá del 110%. Sin embargo, ve sombras en el horizonte que llaman a más cautela y ve que es posible que si no se toman medidas, la deuda acabe siendo más alta en 2026 de lo que es hoy.
En consecuencia, la UE insta al Gobierno español a “garantizar una política fiscal prudente” en 2023. “En particular, limitando el crecimiento del gasto corriente de financiación interna por debajo del crecimiento del producto potencial a medio plazo, teniendo en cuenta la continua apoyo de Para las familias y empresas más vulnerables al aumento de los precios de la energía y las personas que huyen de Ucrania”. Además, la Comisión Europea insta al país a estar preparado para «ajustar el gasto actual a la evolución de la situación».
“Para el período posterior a 2023”, continúa Bruselas, el gobierno español debería implementar políticas destinadas a “lograr posiciones fiscales prudentes” y “asegurar una reducción de la deuda creíble y gradual”, promoviendo la consolidación gradual.
Además, Bruselas pide a España que aumente las tasas de reciclaje, reduzca su dependencia de los combustibles fósiles y aumente su capacidad de autoconsumo energético. En este marco, pide «inversiones adicionales en almacenamiento, infraestructura de redes, electrificación de edificios, transporte e hidrógeno renovable».
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